Entrevista al Padre Fernando Altamira, presidente de la "Fundación 25 de Marzo"
"El Aborto es un Crimen
que no Tiene Nombre"
n uno de los salones del Hotel Panorama de Córdoba (que no pertenece a nuestro holding económico) el día 26 de mayo pasado la “Fundación 25 de Marzo" ofreció una conferencia de prensa para complementar información referida a la famosa resolución de la jueza Cristina Garzón de Lascano prohibiendo la fabricación y venta de todas las drogas anticonceptivas y de todos los DIU en todo el territorio nacional, por tener en uno y otro caso, varios efectos abortivos.  Después de haber sido acusada de ejercer el “terrorismo sanitario” por el incontinente Ministro de Salud Reproductiva, Ginés González García, la señora Jueza mantiene un perfil austero y no se presta a ensayar defensas mediáticas.
 
Entre las múltiples “versiones confusas” que había hecho circular la prensa en general (aunque varios medios trataron el tema con imparcialidad o al menos dieron espacio a la parte actora en este juicio) se llegó a afirmar que el abogado patrocinante no era en realidad tal sino una suerte de impostor.
Después de la conferencia a los medios en general, el abogado y sacerdote Fernando Altamira nos concedió una entrevista en particular que luego completamos con otros contactos.
Es un hombre de 32 años, aunque parece menor por su aspecto.  La firmeza de sus declaraciones y la convicción con que sostiene su causa borran toda duda respecto a si va a llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias.
 
Panorama Católico Internacional: ¿Debemos decirle “padre” o “doctor”?
 
Padre Fernando Altamira (fuerte tonada cordobesa): Padre.  Es más importante ser sacerdote que abogado.
 
P.CI.: ¿Entonces es abogado, no más?
 
P.F.A.: Matrícula Federal Tº 77 Fº 0598.
 
P.C.I.: ¿Entró al seminario después de recibirse de abogado?
 
P.F.A.:  No.  Yo entré al seminario en el año 1995; me quedó una sola materia: “Historia del Derecho”.  La aprobé, y por lo mismo me recibí, en julio de 1996, y en diciembre de ese mismo año se realizó la colación de grados; por supuesto que fui con mi sotana (un sacerdote debe andar siempre vestido con ella); y como me tocó dar el discurso, lo hice bien orgulloso con “mi uniforme”, orgulloso no por lo que uno es, sino por lo que la sotana representa: a tantos santos sacerdotes, que a lo largo de los siglos, dio la Iglesia Católica.
 
P.C.I.: ¿Y nunca ejerció?
 
P.F.A.: No.  Este es mi primer juicio.
 
P.C.I.: ¿Qué es la “Fundación 25 de Marzo"?
 
P.F.A.: Bueno, un poco Ud. ya lo sabe porque tuvo la gentileza de publicar una nota en su revista cuando presentamos el juicio.
Es una persona jurídica constituida en Córdoba para trabajar por la defensa de la familia y la moral católica, que supone la moral natural, aunque la exceda; textualmente dice su objeto: “Defender los bienes y valores que siempre han sido defendidos y enseñados por la Iglesia Católica, el derecho natural y la sana moral”. 
Presentamos este juicio y pedimos este Recurso de Amparo porque creemos que en la Argentina se están incumpliendo las leyes que protegen la vida humana desde la concepción (esto es un precepto constitucional); hemos seguido el camino abierto por el excelente trabajo de otras entidades de la ciudad de Córdoba como Portal de Belén y Mujeres por la Vida, en este punto específico.
Habría que mencionar también todo lo que hacen tantísimas organizaciones pro-vida en todo el país.
 
P.C.I.: A propósito, ¿cómo lo han tratado estas entidades pro-vida?
P.F.A.: Muy bien.  Desde que la noticia de la “medida cautelar” decretada por la magistrada se hizo pública, hemos recibido más de 200 e-mails (entre instituciones y personas privadas) para alentarnos y sobre todo para expresar su alegría por la valentía e integridad de la jueza.
Debo agradecer especialmente al Dr. Jorge Scala por sus consejos y el material que nos envió sobre su juicio anterior, “Portal de Belén contra Ministerio de Salud de la Nación”, que fue el juicio que nos sirvió de modelo.
 
P.C.I.: Usted es un sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X...
 
P.F.A.: Sí, lo mismo que los padres Sebastián de Cándido y Claudio Formica, que conforman conmigo la institución.
 
P.C.I.: Son los famosos “lefebvristas”...
 
P.F.A.:  Los mal llamados “lefebvristas”...  Nosotros somos simplemente sacerdotes católicos, apostólicos y romanos; y realmente lo somos.  Ése es un término (“lefebvristas”) que se nos ha querido imponer y que muchos repiten por comodidad o por falta de información. Nuestra congregación fue fundada por Mons. Marcel Lefebvre en 1970 en Suiza, con todos los permisos canónicos correspondientes.  Luego fueron sucediendo una serie de conflictos que motivaron sanciones canónicas que nosotros consideramos injustas e inválidas, y que deben ser revisadas por Roma.  Una de las típicas “falsas” acusaciones que se nos hace es no reconocer al Papa Juan Pablo II; es una acusación ridícula y absurda, y a tal punto que mientras uno es seminarista debe firmar una declaración en tres oportunidades distintas, esto dentro de los dos últimos años de formación, en la cual expresamente manifiesta reconocer a Juan Pablo II como Papa legítimo de la Iglesia Católica y se compromete a rezar públicamente por él... ¡y lo hacemos! Pero no me saque del tema...
 
P.C.I.: No es que lo quiera sacar del tema del juicio.  Es que hay medios y grupos que ahora dicen que esto es cosa de los lefebvristas “que son de lo peor”.  Así, sic, decía un e-mail que hizo circular una organización feminista, la Rima, acusándolos de un montón de cosas.
 
P.F.A.: Eso significa que acusan el impacto del amparo y que le temen a las posibles consecuencias del juicio. Usted sabrá lo que han dicho de la señora Jueza, a la que no pueden acusar de “lefebvrista”, pero sí de retrógrada, discriminadora y un montón de agravios que no quiero repetir.
Ese es su modo de actuar: el agravio, la presión mediática, el “escrache”.  Usted tal vez ha visto en la televisión el “escrache” que le han hecho hoy mismo a la Jueza. ¿Cuánta gente había?
Según parece no llegaban ni a cien personas. Eran todos sellos de goma, como esas llamadas “Católicas por el derecho a decidir”: las mujeres de esta institución no son católicas, o si lo son por el bautismo, han apostatado porque promueven toda una serie de perversiones contrarias a la moral natural y a la católica. Ellas tienen toda la prensa a favor...
 
P.C.I.: Noté que reiteradamente le pidió a la prensa que fuera objetiva.  ¿Tan mal lo han tratado?
 
P.F.A.: Muchos sí, hasta de un modo grosero y obsceno. Otros distorsionaron el tema —y tengo que pensar que lo han hecho en forma deliberada—, diciendo que yo hacía juicio por tales y cuales cosas que no tienen nada que ver.  Creo que muchos pretenden confundir a la gente.  Y no se publican los descargos que uno trata de hacer contra las falsas acusaciones.
 
P.C.I.: ¿Y a quién le está haciendo juicio?
 
P.F.A.: El demandado es el Ministerio de Salud de la Nación,  por permitir la circulación de drogas abortivas y del DIU, que también es abortivo.
Si bien la lista de drogas abortivas es muy larga, quisiera aquí repetir el nombre de siete medicamentos autorizados por el Ministerio que en sus mismos prospectos admiten el efecto abortivo de “impedir la anidación”.
Ellos son: el “Exluton”, de Laboratorio Organon; el “Norgestrel Plus”, de Laboratorio BiotenK; el “Cilest”, de Janssen-Cilag; y cuatro pertenecientes al Laboratorio Wyeth: “Trinordiol”, “Harmonet”, “Minulet” y “Minesse”.  Aquí no se trata de los nombres comerciales, sino de cuáles son las drogas usadas; por eso, demostrado el efecto abortivo con un producto, todos los que usan la misma droga caen por el mismo peso.  Además de los nombrados existen todavía hoy dos productos más lanzados al mercado como “anticoncepción de emergencia”.
Esto en buen romance significa “con efectos abortivos potenciados”, pues las drogas son las mismas, pero en los anticonceptivos de emergencia se coloca una “sobredosis” y se modifica el modo de tomarlos para potenciar los efectos abortivos (por ejemplo: el levonorgestrel, en vez de poner en cada píldora 10 –por inventar alguna cifra- le ponen 90 de esa sustancia); y todo esto contra lo que dispuso la Corte Suprema contra el “Imediat”, de Laboratorios Gador... En fin: “los dos abortivos POTENCIADOS” que circulan en nuestro país son: el “Imediat-N” (sucesor del prohibido “Imediat”) y el “Norgestrel Max”.
Jamás podrían haber sido autorizados ni éstos ni los primeros siete medicamentos que nombré con las leyes que tenemos; sería interesante que un abogado penalista estudiara las posibles responsabilidades penales para hacer una denuncia a estos funcionarios; y aun por parte de las “usuarias” que se han visto consumiendo abortivos sin que los laboratorios se lo advirtiesen, lo cual es una gran deslealtad y deshonestidad por parte de los fabricantes.
 
P.C.I.: Muchos de esos fármacos son abortivos, porque impiden la anidación del óvulo fecundado, como ellos mismos llegan a reconocer y también Usted ya lo ha expresado.  Otros, sin embargo, no son siempre abortivos...
 
P.F.A.: Los efectos abortivos, y digo “los” porque no tienen uno sino varios, siempre están porque no son disociables de los efectos anticonceptivos (por ejemplo la anovulación).
Lo que puede ocurrir es que no siempre se llegue al aborto, sino que a veces impidan la concepción.  Pero, como abogado que patrocina esta causa, le digo que si hay riesgo de que sea abortivo, aunque no siempre se dé el aborto, ya por ese sólo hecho debe ser prohibida su fabricación y venta.
Aquí no se puede razonar “tienen riesgo de producir aborto... que igualmente se vendan”,  ¡No!; o tienen cero riesgo de producir un aborto, o, de lo contrario se los debe prohibir: in dubio pro vita.
¿Qué pasa —por ejemplo— con otros fármacos que son peligrosos?  Como mínimo se los vende bajo receta “archivada”, por duplicado y por estricta indicación médica.  Estos anticonceptivos se venden libremente, como si fueran una aspirina.
Por eso hemos pedido el amparo, previniendo un inminente peligro para la salud de las mujeres pero especialmente para la vida de los niños recién concebidos.  Si el cigoto, el óvulo fecundado, no se implanta o anida en el endometrio, el embarazo no puede prosperar y se produce un aborto.  Así, si el cigoto no se implanta, el niño recién concebido muere.
El DIU, que no es una droga, podemos decir que es más abortivo aún porque por otros mecanismos, acentúa el efecto de evitar la implantación (aunque tiene también otros efectos abortivos), y además porque no se dirige a tratar de evitar la ovulación: Una mujer que tiene un DIU ovula  normalmente; ¿de qué efecto “anticonceptivo” por anovulación nos hablan?
 
P.C.I.: ¿Y qué pasa con los métodos anticonceptivos no abortivos?
 
P.F.A.: Los anticonceptivos no abortivos no son materia de este juicio.  Pero como sacerdote tengo el deber de recordar que la contracepción es contraria a la moral natural y a la moral católica porque va en contra del fin principal del matrimonio, que es la perpetuación de la especie (“la procreación”), el “creced y multiplicaos” del mandato divino.  Aunque esa contracepción no sea abortiva, sí es inmoral, y es pecado mortal, sea que se utilice un preservativo o lo que fuera.
Lamentablemente, pero esto también debe ser dicho, hay muchos sacerdotes que les dicen a sus fieles que usar un preservativo no es pecado... esto es falso, y ellos deberán rendir cuenta ante Dios.
 
P.C.I.: Pero Pío XII aceptaba los métodos naturales.
 
P.F.A.:  Sí, pero acotándolos a condiciones muy estrictas y no como un “anticonceptivo católico”, como se usó, lamentablemente, durante décadas, y hoy se sigue usando.
Algunos piensan que mientras sea utilizado el método natural, existe una libertad total: a ellos debemos responderles lo que ya dijo Pío XII: Utilizar el método natural fuera de las causas graves que lo autorizarían es pecado.
¿Por qué cree usted que las familias que normalmente tenían 5, 6 y a veces muchos más hijos todavía, aquellas familias católicas, pasaron de pronto a ser familias tipo?  Porque se distorsionó lo que era una cosa lícita en casos excepcionales para convertirla en norma.  Luego vino la generación de católicos a los que los confesores les absolvían el uso de anticonceptivos del tipo de los que nosotros ahora estamos querellando.  Los absolvía y hasta los recomendaba.  Ahora tenemos los grupos llamados católicos y hasta algunos sacerdotes y obispos que cuestionan abiertamente la moral católica.
En la actualidad tenemos una Europa despoblada, que debe poner incentivos para que las familias tengan hijos, porque de lo contrario colapsan sus sistemas productivos y previsionales.  Tenemos el ejemplo del comunismo, que por lo mismo es totalmente opuesto al catolicismo, y sin embargo, en la misma Rusia se tuvo que rever la política de la anticoncepción por los daños que causaba al régimen.
 
P.C.I.: Desde nuestra revista hemos hablado mucho de este tema. Habrá leído las declaraciones del presidente Chirac invitando a los franceses a tener al menos tres hijos por familia. Invita a tener una “visión reproductiva” del amor...
 
P.F.A.: Sí, me han comentado al respecto.  Eso demuestra que uno de los mayores daños que puede hacerse a una nación es atacar la natalidad. Chirac es un liberal. No lo dice porque sea católico.
Los problemas de pobreza no tienen por causa la natalidad.  Al contrario. Las naciones más pobladas son las que tienen mayores mercados internos, mejores sistemas previsionales.  Una de las mayores riquezas de cualquier país es su población.  Mire, esto es secundario si pensamos que lo que hacen los anticonceptivos es matar personas inocentes privándolos de la vida, el mayor bien natural, y de la visión beatífica en el Cielo, el mayor bien sobrenatural, ya que se los mata sin dejarles siquiera la oportunidad de recibir el bautismo, y por eso van al “Limbo de los Niños”.  Esto es un crimen sin nombre.
Pero como se argumenta con razones económicas, yo les retruco con argumentos económicos. “Disminuir la población significa aumentar la pobreza”.
 
P.C.I.: ¿Y qué hacemos con los pobres?
 
P.F.A.: ¿Y qué bien le hacemos a los pobres matando a sus hijos?  A los pobres debemos ayudarlos con la caridad cristiana, con las obras de misericordia... promoviendo la educación en las virtudes naturales y sobrenaturales.
Así se mejorará la sociedad. Y desde el Estado con políticas de justicia y de promoción y protección de la familia.  Pero para esto nunca hay plata.
En cambio, para las campañas de contracepción la plata aparece siempre.  Es una vergüenza que en un país como la Argentina se padezca hambre.
Nos argumentan la falta de fondos, y sin embargo hay disponibilidad en el presupuesto para gastar millones en anticonceptivos-abortivos.
Para lo malo siempre hay plata. Para los robos de los fondos públicos, escándalos y coimas, plata siempre hay.  Si esas cifras astronómicas, que según estudios los mismos periodistas a veces publican como una aproximación de lo que se roba por corrupción dentro del sistema democrático, se aplicaran para crear industrias, trabajos, etc, ¿hasta qué punto se podría evitar la pobreza?
Es nuestro país no existe el patriotismo, sino el interés privado y mezquino de enriquecerse por medio del cargo público.  Y aun en este contexto social siempre hay dinero para la anticoncepción.  ¿No le parece extraño?  Es evidente que no se quiere proteger a la familia sino destruirla.
 
P.C.I.: El Papa habla permanentemente de la “cultura de la muerte”, contra el aborto, de defender la familia. Me imagino que estará contento con lo que Uds. han hecho.  ¿Se ha enterado?
 
P.F.A.: No tenemos información oficial de si él sabe de nuestro juicio, aunque suponemos que el Santo Padre se alegrará mucho cuando lo sepa.  Nosotros hemos informado a la Nunciatura Apostólica en la Argentina, que es la máxima representación de la Santa Sede en el país; y a los Señores Arzobispos y Obispos de la Argentina.  La información del escrito judicial se les mandó hace tres meses cuando el juicio recién se planteaba y la prensa ni podía imaginar lo que se venía.
 
P.C.I.: ¿No han tenido respuesta?
 
P.F.A.: No sé de ninguna hasta el día de hoy.  Sepa que también se le avisó, en este caso sólo a la Nunciatura Papal, el Obispo de La Plata y Mons. Giaquinta, del decreto por el cual la Jueza prohibió la fabricación y venta de todos los anticonceptivos y de todos los DIU por sus efectos abortivos.
 
P.C.I.: Por último, Padre, es obvio que el nombre de la fundación alude a la Fiesta de la Encarnación de Nuestro Señor, que además es el Día del Niño por Nacer...
 
P.F.A.: Sí, pero además de lo que Ud. dice, esa fecha tiene un particular significado para nosotros, los miembros de la Fraternidad San Pío X.  Es la fecha de la muerte de nuestro fundador.  Y créame, esto a mí no me parece una casualidad... estoy convencido de que Dios así lo ha querido por un designio muy especial, y nos gusta la “coincidencia”.
Pero, estrictamente hablando, le pusimos así a la institución por la Concepción del Verbo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo.
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