El RU486 siempre mata

Nadine Walkowiak fue la primera (de la que se tenga conocimiento) víctima francesa del RU486

Nadine Walkowiak fue, en 1991, la primera (de la que se tenga conocimiento) víctima francesa del RU486 La Comisión Internacional de Investigación que habíamos promovido en 1990 ya había advertido que esta droga era un grave error técnico que mataría muchas mujeres. Las autoridades sanitarias de ese momento, preocupadas sobre todo por cuestiones ideológicas, hicieron caso omiso de la advertencia. Lo mismo ocurrió con quienes las sucedieron y con la prensa bajo sus órdenes.
La lista de las víctimas del RU486 se alarga:

El fabricante Roussel-Uclaf, del grupo Hoeschst (ex IG-Farben, actualmente denominado Aventis) se retiró de la producción del venenoso RU486, regalándoselo a su antiguo dirigente Sakiz (Exelgyn) y a la organización eugenista Population Council, que tiene los bolsillos repletos de dólares.

En Europa, la producción está actualmente asegurada por el grupo americano PPG Industries, que fabrica la droga en Francia, cerca de Angers. Respecto de China y América se hace cargo el grupo Zizhu en Shangai. Una nueva alianza chino-francesa (Synergis Pharma) está compitiendo con el padrino francés.

En Francia, luego del fallecimiento de Nadine en 1991, ninguna noticia relacionada con nuevas víctimas francesas fue dada a conocer por la prensa. La omertá es casi total, pero podemos razonablemente estimar que decenas de mujeres han perdido la vida por el RU486, como en Gran Bretaña. En efecto, es bastante fácil declarar solamente la causa aparente de la muerte (infección, problema cardíaco, etc.), sobre todo si están en juego los intereses de las corporaciones de aborteros, de la planificación familiar y del Estado que los apoya.

A pesar de todo, nada los detiene para reclamar la distribución de este veneno en las farmacias, en nombre de la “salud de las mujeres”. El gobierno francés actual está a su servicio y se comprometió a publicar las disposiciones de aplicación a principios de julio de 2004.

Thierry LEFÈVRE © TDD julio 2004


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