El látex condenado

Un médico, ex-diputado republicano y cristiano, Tom Coburn, había solicitado en junio de 2000 que se realizara un informe sobre la eficacia real de los preservativos en la protección contra las enfermedades de transmisión sexual. El Congreso escuchó la petición y se formó un grupo de 28 expertos a fin de realizar un análisis crítico de los trabajos de investigación ya publicados sobre el tema. Ese grupo trabajó los días 12 y 13 de junio de 2000 y presentó un informe de 46 páginas titulado “Pruebas científicas sobre la eficacia de los preservativos en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS)” (Workshop Summary: Scientific Evidence on Condom Effectiveness for Sexually Transmitted Diseases (STD) Prevention)[1]. Este informe se publicó... el 20 de julio de 2001 ¡Un año más tarde!

Puede ser resumido en el siguiente cuadro:

Nombre de la ETS

Nuevos casos
por año/EE.UU.

Total de casos
Actuales EE.UU.

Eficacia de los preservativos

VIH (Sida)

40 000

900 000

Riesgo relativo=0,15

Gonorrea (blenorragia)

650 000

NA

Mujeres : No hay pruebas clínicas de eficacia

Hombres: Alguna eficacia

Clamidia

3 millones

2 millones

No hay pruebas clínicas de eficacia

Trichomonas

5 millones

NA

No hay pruebas clínicas de eficacia

Sífilis

70 000

NA

No hay pruebas clínicas de eficacia

Herpes genital

500 000

45 millones

No hay pruebas clínicas de eficacia

HPV (virus del papiloma humano

5,5 millones

20 millones

No hay pruebas clínicas de eficacia

Queda, pues, demostrado que el preservativo no brinda protección contra la mayoría de las ETS, sobre todo el HPV (que, por otra parte, aumenta el riesgo de contraer cáncer)

Cabe también resaltar que el preservativo fracasa en un caso cada seis cuando se trata de prevención del SIDA, tal como lo afirman desde hace años nuestros amigos de la HLI [Human Life International - Vida Humana Internacional]. Esto convierte al preservativo en un equivalente de la ruleta rusa. Sin embargo, el comunicado de prensa en el que presenta este informe, la CDC lo tituló: «Una revista científica confirma que los preservativos son eficaces contra el VIH/Sida, pero los estudios epidemiológicos son insuficientes respecto de las otras ETS».

Por otra parte, el informe utiliza un método dudoso de cálculo que le permite “inflar” el nivel de eficacia, en lugar de atenerse a la observación experimental empírica, que es la única científicamente válida. Esto sumado a la demora intencional de la publicación son prueba suficiente de la mala fe de esta administración pública, que practica siempre lo políticamente correcto del culto a San Condón, incluso frente a la más flagrante evidencia.

Esta fue la razón por la que más de 10 000 médicos y profesionales de la salud emitieron una declaración oficial y pidieron al presidente Bush:
  La destitución de Jeffrey P. Koplan, director del CDC, vestigio de la anterior administración Clinton,
  Agregar en forma obligatoria a los envases, un texto claro que prevenga de los riesgos que se conocen en la actualidad, como se hace con el tabaco,
  El cese de subvenciones fiscales a los promotores y distribuidores de condones, que no informan correctamente sobre los riesgos que se corren, sino que mienten hablando de «safe sex»,
  Una comisión parlamentaria para la investigación de este escándalo sanitario.

En Francia, los promotores de preservativos más importantes -que son Kouchner y Douste-Blazy- no han dicho una palabra sobre este asunto. Probablemente son políticos antes que médicos.

© TDD diciembre 2001


Notas:

[1]. Disponible aquí. El enlace de origen en www.niaid.nih.gov/dmid/stds/condomreport.pdf daba un archivo ilegible [restaurado solamente en junio de 2008]


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